Los vinos espumosos ingleses han hecho grandes progresos en los dos últimos años, ganando varios premios prestigiosos y contribuyendo a que la industria vinícola nacional del Reino Unido se convierta en una marca reconocida internacionalmente con una reputación de precios razonables y efervescencia de clase mundial.
Los británicos compraron una cantidad récord de champán y vino espumoso por un total de 164 millones de libras esterlinas en 2018, cuya demanda está siendo igualada por el crecimiento de la superficie de viñedos y la viticultura del Reino Unido. Sin embargo, a pesar de que hay un fuerte sentimiento positivo con respecto a la industria del vino del Reino Unido y cómo sus marcas embotelladas definitivamente valen su etiqueta de precio y algo más, muchos consumidores de vino todavía prefieren pagar un adicional de 10 a 20 libras por una botella de Champagne, en lugar de gastar la misma cantidad para los vinos espumosos ingleses que son comparables en sabor y calidad.
Se espera que la colaboración entre los productores de vino del Reino Unido y Champenois de renombre, como Taittinger y Pommery, pueda aumentar el atractivo de los vinos espumosos ingleses en el mercado nacional, ya que más consumidores potenciales considerarán las botellas del Reino Unido como iguales, o incluso mejores, que el Champagne y, en consecuencia, estarán más dispuestos a pagar una prima por las botellas. Simon Robinson, presidente de la WineGB, aportó su opinión al respecto: "Siempre habrá quien prefiera el champán, al igual que hay gente que prefiere la Borgoña al Burdeos, pero el número de personas que se niegan a beber vino espumoso inglés se ha reducido considerablemente y sigue disminuyendo. Fuera del Reino Unido se está produciendo una evolución similar, sobre todo en Estados Unidos, que se siente atraído por lo que podemos ofrecer".
Como ya comentamos en un blog anterior, "Vinos espumosos del Reino Unido - Destacando en un mercado global", los productores británicos están desarrollando su propio estilo, operando junto a la experiencia tradicional originaria de Champenois, a la vez que se entregan a prácticas más creativas y menos reguladas que permitirán una mayor variabilidad y experimentación. Esto sólo puede dar grandes resultados, ya que los vinicultores responden a los retos que les plantean el champán, el prosecco y el cava.
Para los que aún no se han iniciado en el mundo de la efervescencia británica y en lo rentable que pueden ser estas botellas, he aquí una breve lista tomada de algunas de las marcas más destacadas que han tenido un rendimiento sobresaliente en los últimos dos años:
Henners, Brut Reserve 2010, East Sussex, Inglaterra (£26.99)
Este vino deliciosamente fresco y aromático tiene una nariz concentrada con frangipane, vainilla y pera. En el paladar se aprecian suaves matices de galleta y miel, con un tema de espuma cremosa, persistente y fina. Con un suculento equilibrio de notas cítricas y lácticas, este vino intenso y complejo puede considerarse un "vino gastronómico" que hace una seria competencia a muchos champagnes rivales.
Langham, Classic Cuvée, Brut 2014, Dorset, Inglaterra (£25.00)
Matthieu Longuère MS de Le Cordon Bleu London describió este Classic Cuvée 2014 como "encantador por copa y con una buena relación calidad-precio", destacando su "nariz floral, de frutos secos, afrutada y elegante", con un paladar elegante y que proporciona sabores que recuerdan al melón y a la pera escalfada.
Lyme Bay, Pinot Noir 2016, Devon, Inglaterra (£21.99)
Este Pinot inglés, ganador de la medalla de oro, se aprecia mejor frío, con su profundo color rojo rubí que indica una brillante madurez que a menudo falta en muchos Pinot Noir ingleses. Aportando magníficos sabores de frutas rojas carnosas y sin esfuerzo, de fresa salvaje, frambuesa y cereza roja, este vino destaca por ofrecer un maridaje ideal para platos de carne de numerosas variedades.
Hattingley Valley, Classic Reserve NV, Hampshire, Inglaterra (£24.00)
Este hermoso y complejo vino espumoso inglés procede de la galardonada Emma Rice, ganadora del premio UKVA Winemaker of the Year 2014. Con un color pálido y abundantes burbujas finas, este vino ligero logra un buen equilibrio entre la fruta de hueso y la manzana roja en la nariz, a la que sigue un regusto a turrón cremoso. Fue señalado como un "vino de comida" en los Premios Sommelier 2018, con sugerencias de pollo asado que son un maridaje apropiado.
Toppesfield Vineyard, Reserva, Bacchus 2016, East Anglia, Inglaterra (£13.95)
El Bacchus de Topplesfield es un vino blanco fresco, seco y afrutado, que tiene matices de flor de saúco y ligeros matices de grosella. Robert Mason, de Leadenhall, lo describe como "sabroso en nariz, con algunos aromas de lichi maduro, melocotón y jazmín, que conducen a un cuerpo pesado, con fruta madura y acidez fresca". Se complementa muy bien con el risotto.
Sharpham, Dart Valley Reserve 2016, Suroeste de Inglaterra, Inglaterra (£13.90)
Este vino es maduro y afrutado, con un final seco y contrastado. El melocotón blanco dicta el aroma y se encuentra con notas frescas, verdes y minerales, con toques de limón presentes. La experiencia gustativa se completa con un sutil toque picante al final. Andrea Rossi, de Crafthouse, ha combinado este vino como una opción poco convencional, ideal para el pescado y las patatas fritas.
